Abordaje de la logopedia en personas que presentan Esclerosis Múltiple

Las personas con Esclerosis Múltiple (EM) pueden presentar problemas de habla (disartria) y para tragar los alimentos de forma segura (disfagia) en este caso la intervención temprana de logopedia puede ser beneficiosa para evitar complicaciones graves como neumonía por aspiración de alimentos, aislamiento o desanimo por problemas de comunicación.

Disartria (problemas de habla):

La disartria es un trastorno del habla que se caracteriza por dificultades en la articulación de palabras debido a debilidad o falta de coordinación de los músculos del habla. En personas con EM, la disartria puede ser el resultado de daño en los nervios que controlan los músculos utilizados para hablar. Los síntomas pueden variar desde una pronunciación imprecisa de las palabras hasta una incapacidad para hablar claramente. Algunos de los síntomas de la disartria incluyen:

  • Articulación imprecisa de palabras.
  • Dificultad para controlar el tono de la voz.
  • Voz nasal o ronca.
  • Dificultad para modular el volumen de la voz.
  • Habla lenta o arrastrada.
  • Fatiga vocal rápida durante la conversación prolongada.

Disfagia (problemas de deglución):

La disfagia es un trastorno de la deglución que implica dificultades para mover los alimentos o líquidos desde la boca hasta el estómago de manera segura y eficiente. En personas con EM, la disfagia puede ser el resultado de debilidad en los músculos utilizados para tragar o de problemas en la coordinación de los músculos de la garganta y el esófago. Los síntomas de la disfagia pueden incluir:

  • Sensación de obstrucción o atragantamiento al tragar.
  • Dificultad para iniciar la deglución.
  • Tos o carraspeo frecuente durante o después de comer o beber.
  • Sensación de comida o líquido que se queda atascado en la garganta o el pecho.
  • Pérdida de peso inexplicable debido a la dificultad para alimentarse adecuadamente.

El tratamiento de estos problemas puede implicar trabajar con un equipo multidisciplinario que incluya a un logopeda, un terapeuta ocupacional y un médico especializado en trastornos de la deglución. Las estrategias de tratamiento pueden incluir ejercicios específicos para fortalecer los músculos del habla y la deglución, modificaciones en la consistencia de los alimentos y líquidos, técnicas de alimentación adaptadas y el uso de dispositivos de asistencia, si es necesario. Es fundamental abordar estos problemas de manera temprana y continua para evitar complicaciones graves, como la desnutrición o la neumonía por aspiración.

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