Deterioro cognitivo en pacientes con cáncer

Cuando el cáncer aparece en nuestras vidas, en lo último que pensamos es en que nuestro cerebro se verá afectado. Suficiente tenemos con las sesiones de quimioterapia, radioterapia, el cansancio y la pérdida de pelo como para imaginarnos que también tendremos pérdida de memoria. Pero así es, se le denomina QUIMIOCEREBRO y en un 75% de las personas afectadas con la enfermedad han destacado ciertos trastornos cognitivos derivados de esta. Unas dificultades que se ven reflejadas en la manera de pesar y también en la capacidad para aprender tanto a lo largo de la enfermedad como una vez finalizado el tratamiento.

En el día a día uno se puede dar cuenta cuando no es capaz de concentrarse en lo que está haciendo, no puede completar tareas, dificultades para mantener la atención,  hay más lentitud a la hora de procesar la información, no entiende lo que otras personas dicen, no recuerda nombres o palabras corrientes, no reconoce objetos familiares, no es capaz de seguir instrucciones, existe dificultad para desempeñar más de una tarea a la vez o no sabe administrar bien el dinero.

Existen diversos motivos que pueden o no causar esta dificultad de procesamiento: la quimioterapia o la administración de ciertos medicamentos que pueden causar daños neuronales en el cerebro. También el someterse a tratamiento radioterapéutico con todo lo que ello conlleva así como haberse sometido a cirugía.

Como hemos dicho, no todo el mundo se ve afectado de un deterioro cognitivo como consecuencia de haber o padecer cáncer. Aún así, hay ciertos factores de riesgo que no ayudan a su no aparición. Entre ellos encontramos: trastornos emocionales (ansiedad o depresión), síntomas de la menopausia, estrés o fatiga crónica así como el paso de los años y/o cierta predisposición genética.

No existe un tratamiento mágico para corregir o evitar este deterioro cognitivo. De todos modos es importante llevar a cabo ciertas actividades para recuperar la memoria. La neurorrehabilitación cognitiva es el punto más importante ya que mediante ciertos ejercicios, tanto manipulativos, digitales o mediante fichas, la persona puede ir corrigiendo y sobretodo no perdiendo estas dificiultades.

Como suele decirse de un tiempo a esta parte, mover el cuerpo ayuda al cerebro. Por ese motivo realizar actividad física sirve para mejorar la capacidad y el procesamiento de la información. En este sentido se pueden realizar actividades como Yoga.

Por último toda la filosofía oriental que se ha ido instaurando en occidente también puede ayudar a nuestro cerebro. El mindulness o el “aquí y ahora”. Concentrarse en las actividades que realicemos en este preciso momento sin pensar en el pasado o en el futuro. Pueden ser cosas sencillas y del día a día como preparar la cena, hacer la cama, observar un bosque a actividades más elaboradas como jardineria o coser.

Siguiendo esta estela, la meditación es otra actividad que tiene múltiples beneficios, entre ellos en el funcionamiento cognitivo. Conecta cuerpo-mente-espíritu en el momento presente, aquí y ahora, olvidando el mundo exterior y únicamente concentrándose uno en la respiración.

En INA Memory somos expertos en neurorrehabilitación, ofreciendo un servicio personalidado y único para todos en función de sus necesidades y estado emocional.

Fuentes:

 

 

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar