La migraña ha sido considerada como la tercera causa de discapacidad mundial en la población menor de 50 años, siendo la migraña crónica la más prevalente.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España la migraña afecta a más de cinco millones de personas, de las que un 70% sufre una discapacidad grave y un 14% moderada. Los mismos datos dicen además que el 80% de las personas son mujeres.
Siguiendo el mes de la mujer, ya que en pocos días se celebra el día de la mujer, 8M, hoy vamos a hablar de la migraña y su afectación a nivel cognitivo.
Una persona sufre migraña cuando padece crisis de dolor de cabeza severo. También pueden aparecer otros síntomas como la hipersensibilidad a la luz (fotofobia) o a los sonidos (fonofobia) y molestias en forma de náuseas o vómitos. En algunos casos, pacientes dicen saber cuándo aparecerá la cefalea. A este fenómeno se le denomina aura; aparece minutos antes de la molestia y aparece como una alteración visual (visualizan líneas onduladas o luces intermitentes). En ciertas ocasiones también han podido percibir un hormigueo en la cara o extremidades así como una sensación de entumecimiento.
Los síntomas cognitivos son frecuentes en la fase prodrómica, es decir, en la fase previa al inicio del dolor y en el pósdromo, periodo posterior a cuando cede el dolor. Aunque también pueden aparecer en menor medida en el periodo intercrítico. Suelen ir relacionadas con la atención, concentración, problemas con las funciones ejecutivas (toma de decisiones, planificación) y de razonamiento. El pensamiento se enlentece, originando los fallos en la memoria. Son alteraciones leves y casi siempre temporales, suelen remitir una vez ha pasado el dolor.
Según el Instituto de Neurología Experimental, de Milán, después de realizar determinados estudios, consideran que las alteraciones en el cerebro se forman en las áreas corticales y subcorticales del cerebro.
En un estudio del 2022 publicado en The journal headache and pain sugieren que existe una asociación significativa entre la migraña, el deterioro cognitivo y el riesgo de desarrollar algún tipo de demencia a futuro.