¿cómo es posible que cuando somos pequeños, niños, aprendamos tanto y tan rápido, y en cambio de adultos nos cueste todo mucho más?

La respuesta está en lo que se denomina PODA NEURONAL.

Cuando uno es pequeño, nuestras conexiones neuronales pueden alcanzar hasta 40.000 nuevas sinapsis por segundo, casi el doble que en la edad adulta. Hasta los 2 años, el niño tiene muchas más neuronas de las que va a necesitar. Esto es así para poder aprender a caminar, hablar… A partir de los 3 años empieza poco a poco a producirse la poda neuronal. Este proceso dura hasta aproximadamente la adolescencia, los 12-13 años, en la que se llega al punto álgido. La poda sináptica dura hasta los 20 años aproximadamente e incluye el refuerzo de aquellas áreas que sí se han utilizado. Por otro lado, en la adolescencia se produce un incremento con respecto a la infancia de la producción de mielina, lo que facilita el  aumento en la velocidad del flujo de la información a través de las conexiones sinápticas.

En realidad se trata de supervivencia pura y dura. Aquello que no se utiliza se desecha y en cambio se refuerza aquellas conexiones que sí, para poder vivir el día a día. Este reajuste determinará el cableado y las zonas de cada uno de nosotros.

¿Dónde comienza la poda neuronal?

A nivel evolutivo, la zona prefrontal ha sido la última en desarrollarse. Esta zona incluye las funciones ejecutivas (autocontrol, memoria de trabajo, organización, planificación, solución de problemas…). Por ende, también será la última zona en la que se producirá la poda neuronal. Empezará siempre en las zonas posteriores del cerebro.

Sinaptogénesis

En todo existe una cosa y su opuesto. El ying y el yang. El día y la noche. Aquí no será diferente. Existe la poda neuronal en aquellas conexiones que no se utilizan. Pero la plasticidad neuronal, presente a lo largo de toda la vida, establece la formación de nuevas conexiones, lo que se denomina sinaptogénesis. También se consolidan aquellos conocimientos o conexiones establecidas. Se refuerzan o mejoran. Por ejemplo estudiar una nueva carrera o aprender a tocar un instrumento. Se adquieren nuevas habilidades que ejercitan partes distintas del cerebro, pero que requieren nuevas conexiones sinápticas.

¿Qué influye en una correcta poda neuronal?

  • Estimulación: Durante los 3 primeros años de vida es esencial tener una predisposición constante a la estimulación del niño por parte del adulto. Si no se realiza una correcta y constante estimulación habrá una mayor poda neuronal que repercutirá en un menor desarrollo de la corteza temporal, aquella que se encarga del lenguaje, la memoria y las emociones.
  • Trauma: Cuando en edades tempranas se producen traumas, la poda neuronal se ve interrumpida de manera que las conexiones están entumecidas. Demasiadas conexiones juntas. Esto puede provocar conductas y comportamientos disociales y conflictivos. Una mala poda neuronal puede venir provocada por el consumo de alcohol y drogas durante la adolescencia. Existe a su vez un estudio que relaciona una poda neuronal deficiente en la adolescencia con el desarrollo de la esquizofrenia. 

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