¿Qué entendemos por Trastorno del Espectro Autista?

Nueva clasificación y niveles de necesidad de ayuda

Parte de los usuarios que tenemos en INA Memory son niños o jóvenes. Con ellos por un lado realizamos una serie de pruebas, ejercicios y tests para determinar si tienen Trastorno del Espectro Autista y en que grado se encuentra. Una vez establecido el diagnóstico de la forma más acurada posible, trabajamos conjuntamente (neuropsicólogo y joven o niño) de manera muy individual y personalizada los distintos aspectos de dicho a trabajar (como pueden ser intervención sensorial, cognitiva y psicológica). También para nosotros es importante la relación con la familia y el entorno, realizando así un tratamiento integrador de todas las personas que forman parte de la vida del pequeño.

El autismo pasa a denominarse Trastorno del Espectro Autista en la que se incluye el trastorno autista, el síndrome de Asperger, el síndrome desintegrativo infantil o síndrome de Heller, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado.

  • Se contemplan 3 niveles de necesidad de ayuda en esta condición (necesidad de ayuda muy notable, necesidad de ayuda notable y necesidad de ayuda).
  • No existe un único perfil. La palabra espectro hace referencia a que hay muchos tipos de manifestaciones de la condición y es importante su buen diagnóstico individualizado para trabajar con las necesidades de cada persona.

Existe mucho debate en torno al Autismo tanto dentro como fuera de la comunidad. ¿Una persona es autista? ¿O tiene trastorno del espectro autista? ¿Qué significa que tu hijo/a esté diagnosticado con algún tipo de autismo? En la sociedad cuando pensamos en alguien con autismo simplemente nos imaginamos a una persona aislada, sin relacionarse mucho con sus compañeros, con pocas habilidades sociales y en según qué caso con movimientos repetitivos. Otra imagen muy extendida a causa de las series de televisión es imaginarnos a una persona con autismo como a Sheldon Cooper en The Big Bang Theory, un joven con altas capacidades intelectuales y con una manera de relacionarse con el entorno muy característico y peculiar.

La realidad es que existe un gran número de personas diagnosticadas en el amplio espectro del autismo que hace una vida que se consideraría normativa.

La RAE (Real Academia Española) define autismo como:

  • Repliegue patológico de la personalidad sobre sí misma.
  • Med. Trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación y a la interacción social, caracterizado por patrones de comportamiento restringidos, repetitivos y estereotipados.

¿Realmente es una buena definición? Para poner un poquito de luz a todo este problema y establecer unas pautas, vamos a basarnos en el DSM y concretamente en su última actualización DSM-V.

¿Qué dice el DSM-V?

El DSM es el Manual de Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales creado por la Asociación Americana de Psiquiatría que utilizan muchos psicólogos para orientarse a la hora del diagnóstico con unos criterios comunes a todos los profesionales. Desde su primera publicación en 1952 ha recibido numerosas revisiones, en concreto siete, hasta llegar a la actual, realizada en 2013 y con una nueva revisión en 2022 (DSM-V-TR).

 

Uno de los cambios más relevantes en esta versión es la denominación de Trastorno del Espectro Autista (TEA) como una categoría independiente. En su anterior versión se encontraba asociado a los Trastornos Generalizados del Desarrollo en la que se incluían el trastorno autista, el síndrome de Asperger, el síndrome desintegrativo infantil o síndrome de Heller, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado y el síndrome de Rett, cada uno clasificado de manera independiente.

En su nueva versión (DSM-5) el síndrome de Asperger se incluye dentro de los TEA junto con los anteriormente denominados (trastorno autista, síndrome desintegrativo infantil o síndrome de Heller y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado) y se elimina el síndrome de Rett de esta clasificación.

Las características para un correcto diagnóstico según el DSM-V se basan en 2 manifestaciones básicas:

  • deficiencias en la comunicación social.
  • comportamientos restringidos y repetitivos.

Unas manifestaciones que se asemejan a la definición que hemos expuesto con anterioridad de la RAE en el que decía que se trataba de un: “Trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación y la interacción social, caracterizado por patrones de comportamiento restringidos, repetitivos y estereotipados”.

Los criterios están presentes en las primeras fases del desarrollo, aunque pueden no manifestarse hasta más adelante. La “sensibilidad inusual a los estímulos sensoriales” que no aparecía en el DSM-IV se incorpora ahora en la categoría de “comportamientos repetitivos”. En cambio, se elimina las “deficiencias o retraso de lenguaje”.

Grados de dificultad en el autismo: 

Por último, otro de los cambios relevantes en esta versión del DSM es que establece 3 grados de dificultades en el autismo en función de la necesidad de ayuda.

  • Grado 1: necesita cierta ayuda.
  • Grado 2: necesita ayuda diaria.
  • Grado 3: necesita ayuda notable y diaria.

Cabe añadir, que las manifestaciones y dificultades que cada persona diagnosticada en el espectro presenta no son lineales. Por ejemplo, una persona en el espectro del autismo puede no ser hablante y gustarle mucho el contacto físico y la socialización. Por el contrario otra persona en el espectro puede hablar y que no le guste el contacto físico o sentirse abrumada por la socialización. Las combinaciones de expresiones del espectro autista en las personas son innumerables.

Por todo ello en Ina Memory creemos que es necesaria una buena valoración inicial, hecha de forma individualizada y específica para establecer un buen diagnóstico con la mayor agilidad posible. Ya que como hemos podido ver y desmitificando la imagen que se tiene al respecto, NO existe un único perfil de persona con trastorno del espectro autista ya que hay distintas clasificaciones y diferentes niveles de afectación.

Fuentes:

 

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