Si viéramos un cerebro desde fuera, en perspectiva veríamos que está dividido en dos partes iguales, el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho. Ambos están separados por una fisura longitudinal pero unidos eso sí por el cuerpo calloso. A simple vista podríamos decir que son idénticos. Los dos también están divididos en 4 lóbulos: el frontal, parietal, temporal y occipital. Sí que es verdad que todo el cerebro está interconectado y que lo que afecta a un lado también afecta al otro en cierta medida pero aún así cuando hay una lesión existe una predominancia de lateralidad. Un lado sí afecta de forma distinta que otro. Podríamos decir por ejemplo que el lenguaje está principalmente dominado por el hemisferio izquierdo.
Además tenemos que explicar otro concepto muy importante y que es el hemisferio cerebral izquierdo controla los movimientos del lado derecho del cuerpo y viceversa. No son paralelos sino contrarios. Por ejemplo el movimiento y las sensaciones de cada lado del cuerpo son controlados por el lado contrarios.
Pero no solamente en qué hemisferio se ha sufrido la lesión es relevante a la hora de saber qué afectación tiene sino que la zona dañada es importante. En cuál de los 4 lóbulos expresados anteriormente se ha producido el daño. Una lesión en el lóbulo occipital izquierdo trae consigo problemas distintos a los que provocaría una lesión en el lóbulo parietal del mismo hemisferio. En general, se considera que las zonas de las cortezas de asociación de los lóbulos frontal, parietal y temporal del hemisferio izquierdo se encargan de las funciones asociadas a la comprensión y expresión del lenguaje, motivo por el cual se tiene asumido que el hemisferio izquierdo es dominante para los aspectos verbales. Por su parte diremos que el hemisferio derecho se define como el hemisferio de las emociones.
- Una lesión en el lóbulo frontal puede ocasionar problemas de hemiplejia contralateral, hipotonía facial y algunos problemas motores. También es la zona donde encontramos el área de Broca, encargada de la producción del lenguaje por eso una complicación en esta área puede provocar problemas de fluidez verbal, alexia o agrafia.
- Una lesión en el lóbulo parietal puede generar problemas a nivel sensitivo (no sentir partes de su cuerpo por ejemplo) ya que se encarga de las integración y procesamiento de la información sensorial multimodal.
- Seguimos con el lóbulo temporal. Esta es la zona en la que se encuentra el área de Wernike. A diferencia del área de Broca, esta área se encarga de la comprensión del lenguaje (es decir la persona hablar bien pero no se entiende lo que dice). También puede provocar dificultades de comportamiento y estado de ánimo así como problemas a nivel olfativo.
- El lóbulo occipital izquierdo: una persona con un daño en esa zona puede provocar problemas a nivel visual (alucinaciones visuales en forma de luce o colores, pérdida del campo visual contralateral)